una vez grabé un set de música brit en formato doble-cd para una amiga, dándole masa al soundforge y rellenando las pausas entre canción y canción, tratando de hacer que la edición permita mantener flotando la tensión del sonido, aún en los obligatorios descansos. era una preocupación estresante encontrar la relación entre los temas elegidos, el orden, los tracks ocultos, las sorpresas (a veces me valía de voces o grabaciones caseras, sonido ambiente y otras joyitas para los "conectores"), pero al concretarse cada paso, cada eslabón unido al anterior y al siguiente, sentía una liberación emocionante y estúpida. los domingos como hoy pasaba horas frente a la computadora, auriculares puestos, y los temas iban pasando gráficamente en el editor de la pantalla hasta el final del día. a veces, antes de armar cualquier set, cuando escuchaba por casualidad un tema que no conocía y me parecía perfecto para un disco, corría a preguntar de quiénes se trataba y lo anotaba para ir urgente a bajarlo de la red. ahora, desde hace un tiempo, me está pasando lo mismo con algunos textos, con otra música, y con momentos que pienso en registro visual. yo diría que de aquél entonces me queda el ejercicio natural del alerta. un desafío conmigo, contra mí, para lo próximo.
ahora
supergrass - st petersburg
escondido y presente en el aurorasongs III