esta tarde hay 3 presentaciones de libros: uno de glauce, otro de lilia lardone y por último la antología poética y personal de mi querido amigo, osvaldo bossi. todas van a suceder casi simultaneamente en distintos lugares de la ciudad de córdoba, y todas las propuestas son tentadoras. celebro por cada una de ellas, aunque sólo voy a estar presente en una.
traigo un recuerdo. una tarde cualquiera del año pasado fuimos al río calmo que tiene esta parte en las sierras, a charlar como siempre de esa visión de las cosas que uno después traduce en forma de literatura, y surgió entonces la idea.
A lo mejor hacemos algo muy
pequeño o muy grandioso, y nos unimos
a la guerrilla revolucionaria
(lo que diosito quiera, con tal de irnos
y dejar esta vida vacía, para siempre).
este año sacamos una foto en la que osvaldo estaba sentado en el campo rodeado nada más que de libros, discos, una tele, y la vegetación desierta. a lo lejos, por detrás, se levantaba el cordón serrano, casi borrado por la claridad del cielo. oswald usaba anteojos negros, actitud concentrada mirando la pantalla de la notebook.
editar un cd, limpiar las pistas para obtener el sonido contundente se parece a corregir las primeras escrituras de un texto. ir formándolo.
los integrantes de ringo discos se coparon al toque. un cd de poemas que forma parte de un libro que es la antología de quien dice con sus propias palabras: "construí —digamos— como un albañil extremadamente solitario y silencioso, una casa de viento, y nada más"
editar un libro, volver realidad un pensamiento, una idea, un sueño, se parece al momento en que uno se emociona por algo tan simple, o tan complejo, siendo todavía niño.