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el feriado cayó bien. al menos para darle chances a marble sounds, que al fin llegó en el momento indicado con un sonido guiñando lo nórdico. y cada vez le di más al grooveshark, eso también. en días así es una constante entrar en conmoción con cosas como el intenso documental de philippe petit, man on wire. o visitar coplas de miguel ángel p. (esas que hablan del carnaval, y las otras donde el diablo aparece pero invisible). en el sueño, después, yo me tomaba el tren de las sierras y al lado se sentaba el ermitaño de cuesta blanca, contaba que se había hartado de esa elección: quería civilización, endurecerse de nuevo, ser como fort. viajábamos desde cosquín hacia córdoba y el día estaba caluroso, ventoso, impredecible. tenía en mis manos un libro que nunca entendí, y sin embargo me deja en claro que el autor es un genio. no se mete con nadie y habla de todos, va presentando la realidad en acciones cotidianas de la vida simple, como las canciones de marble. hacer eso es caminar por la cuerda floja a cientos de metros de altura: el hecho sublime de un hombre común. pero en un momento sonó el teléfono y sin atender escuché el mensaje que dejaban. era una voz conocida y lejana. hola cómo estás qué has hecho de tu vida todavía me extrañas. y comenzó el día a aclarar más temprano. ya se escuchaba de las calles el movimiento.
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