5.8.10

black wine

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Hoy me acordaba de aquel tiempo. De un día en que volvía a casa, caminando de noche por la ciudad. La gente pasaba suelta y quizás era noviembre. La crisis política aumentaba al igual que el precio de las cosas. Había mucha incertidumbre, todo un mambo. Cuando llegué me puse a chatear con mi primo. Helsinki es la ciudad mecánica, decía siempre, y me contaba por qué. Esa noche me pasó la foto. En ella aparecía el cuerpo de un hombre al borde de un puente, a punto de saltar. Como esa, otra cosa que le gustaba venía del tao te ching: "el que nada exige, el que a nada adhiere, todo lo tiene: ni siquiera perece, porque no es suya la vida"... y nos gustaba quedar hablando.
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