22.4.10

Stylo

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me remito a dos momentos: la pieza vacía de un departamento en nueva córdoba, siendo otoño en domingo, poniendo al mango los auriculares descubriendo la fuerza oscura del great grossover potential, reunidor de hitazos de los sugarcubes. en ellos la voz de björk pegaba saltos y caía disonante al ritmo para luego acomodarse en el punto justo. tras el final volvía una y otra vez a repetir el primer tema, birthday, y nunca era ya lo mismo. el otro momento es mucho más atrás todavía. otra vez una habitación, la de mi infancia, un escritorio y la cucheta pegada a la ventana. del grabador sale una música nueva en el ranking de los sábados y es anunciada como un arco iris llamado tecno, la vertiginosa venida del hombre-arte en el quiebre de sí. suenan sintetizadores pisándose el rastro en un golpe a cuatro tiempos, secuenciado para no desfallecer... todo me viene lo mismo que una película, con bordes negros arriba y abajo y en el medio las imágenes full color apaisadas de un extremo a otro.

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